Hambre emocional
¿Alguna vez has comido sin tener hambre? ¿Hay ciertas horas del día en las que no puedes dejar pasar un trozo de chocolate, una galleta…? ¿Si te ofrecen un pincho en la hora del aperitivo no puedes rechazarlo, aunque en realidad no tengas apetito?
La comida, y en especial cierto alimentos, se asocia con recompensa o capricho que nos regalamos. Comer sin duda es un placer. Es lo que se conoce como hambre emocional.
Hay algunos puntos claves que nos pueden poner sobre la pista. ¡Clave! Si contestas que si al más de dos de estos puntos, tu sensación está promovida por el hambre emocional:
- Apetencia específica de ciertos alimentos (chocolate, bollería, snacks…).
- Surge de manera repentina y genera un deseo urgente.
- Genera sentimiento de culpabilidad tras haberlo comido.
- Aparece en momentos concretos (al llegar estresado del trabajo, un rato después de haber comido, incluso sin hambre, aburrimiento…).
Debemos identificarlo como lo que es y no debe suponer mayor problema obtener placer de lo que ingerimos, pero ¿Cuándo pasa a ser un problema? ¿Qué ocurre si ese estímulo nos domina y anula nuestra capacidad de decidir “con cabeza”?
En primer lugar, es importante tener recursos para gestionar nuestras emociones. Tanto las negativas como las positivas.
También detenerse unos minutos antes de picar o prepararte algo para comer, si es en un momento del día que esté fuera de los horarios habituales (desayuno, comida, cena, etc.) y tomar consciencia de tus sentimientos en ese instante.
Llevar un diario de ingesta es una herramienta muy útil para que puedas reflexionar y de nuevo tomar consciencia de qué pudo haber disparado esa sensación de necesidad de comer.
Si finalmente decidiste comer revisa cuales son tus sentimientos a los 10 minutos de haberlo hecho ¿Te aporta felicidad o de lo contrario un sentimiento de insatisfacción o culpa?
No te juzgues ni te enfades contigo. Si detectas que puede estar convirtiéndose en un problema acude a un dietista-nutricionista para que te ayude a gestionar y realizar una buena reeducación alimentaria. Te podemos ayudar