Tendencias y desafíos en el sector de la belleza este otoño
Con la llegada del otoño, siempre es un buen momento para hablar de las novedades que ofrece el sector de la belleza. El público está deseoso de saber. Esta temporada no es diferente, y aunque en mi Centro hay varios tratamientos que arrancan y con los que todo el equipo está fascinado, tengo claro que no lo hago por seguir las modas, que estamos centrados en los resultados y en la salud de la piel y el cuerpo. No se trata simplemente de incorporar lo último por ser tendencia; cada tratamiento ha de tener un propósito claro y bien definido: mejorar la apariencia y la salud de quienes confían en su profesional de la estética. Sé que leer esto resulta cansino, que siempre estoy con lo mismo… Me veo en la obligación profesional y moral de repetirlo, porque gran parte de la sociedad está perdiendo el norte. O siguen otro norte…
Cada vez los tratamientos están más enfocados en tratar los signos del envejecimiento, como la flacidez, las arrugas, las manchas o la pérdida de vitalidad. No es este el espacio para ponerse técnico, pero sí de resaltar que lo más importante es que cada tratamiento se adapte a la persona, porque cada persona, cada piel es única. Si bien esto parece lógico, no siempre se aplica de la manera correcta. En el sector de la belleza no existe una solución universal que funcione para todos; la personalización es clave para obtener resultados satisfactorios a pesar de que este término se ha convertido en un término desgastado por el uso indiscriminado en publicidad. Sin embargo, cuando hablamos de personalización real, esa que viene de un diagnóstico minucioso y de la adaptación de cada producto y tratamiento a las necesidades específicas de la piel, estamos hablando de oro puro.
Es cierto que la cosmética y la tecnología han avanzado de forma impresionante en los últimos años. En cosmética, los sistemas de liberación y las sofisticadas formas de encapsulado hacen que cada vez sean más efectivos. Sin embargo, desde que personas sin conocimiento alguno en el cuidado de la piel han entrado en escena, el valor real de los cosméticos se está perdiendo. Porque el hecho de que ese avance no significa que todo sirva, ni que cualquier cosa sea posible. Una parte crucial de mi trabajo y de cualquier profesional consiste en explicar lo que los tratamientos o productos pueden lograr y, más importante aún, lo que no pueden conseguir. Alinear las expectativas de los pacientes con los resultados reales es uno de los mayores retos a los que me enfrento. No siempre es fácil, pero ser transparente y honesto es fundamental para que las personas comprendan los límites y posibilidades de lo que se puede conseguir.
En los últimos años, afortunadamente, he visto cómo la belleza se ha expandido más allá de los tratamientos estéticos. Hoy en día, la nutrición y la medicina estética son áreas que trabajan en conjunto con la cosmética y los tratamientos estéticos en cabina, para lograr los mejores resultados posibles. No todos los casos requieren esta combinación de disciplinas, pero cuando es necesario, los beneficios pueden ser notables. Esto no es añadir complejidad innecesaria, sino maximizar el potencial de cada tratamiento. Personalmente, creo que hay ciertos aspectos, como una buena rutina de cuidado de la piel en casa, que son esenciales para complementar cualquier tratamiento profesional. Esel punto de partida de todo; sin él, lo demás es tirar el dinero, o en todo caso, no hacer buen uso de él.
Otro aspecto que considero vital en este sector es el trabajo en equipo y la colaboración. No siempre somos los profesionales adecuados para atender todas las necesidades de los pacientes, y en esos casos, es gratificante poder derivar a alguien a otro especialista de confianza. La belleza no es un camino que se recorra solo, y trabajar en conjunto con otros expertos puede marcar una gran diferencia en los resultados que se logran.
En resumen, el sector de la belleza sigue evolucionando rápidamente, pero el enfoque en la salud, la personalización y la gestión adecuada de expectativas sigue siendo lo más importante. Colaborar con otros profesionales y aprovechar las sinergias entre distintas especialidades permite ofrecer un servicio más completo y satisfactorio para quienes buscan sentirse mejor consigo mismos.
Para terminar me gustaría resaltar que aunque en internet podamos encontrar información de todo tipo, se presentan completamente mezcladas las cosas verdaderas con las falsas, lo positivo con lo negativo, lo comercial con lo profesional… por lo que, sin criterio profesional para detectarlo, acaba siendo una pérdida de tiempo, y en muchos casos, un generador de falsas expectativas de resultados. Ojalá algún día, la belleza con cabeza inunde toda la sociedad.
(Artículo de María Estela de Abajo Sanz para LNE el 19 de octubre de 2024)