Cuidados estéticos post-verano: La era de la fusión entre tratamientos, cosmética personalizada y nutrición
Contenido aparecido en el Comercio el 22 de septiembre de 2023
Esta época en belleza es como el año nuevo, un momento de propósitos, tras los estragos del verano. Mª Estela de Abajo, directora de ESTELA BELLEZA, nos da las claves para no perdernos entre los miles de artículos llenos de consejos y qué pasos seguir para conseguir nuestros objetivos.
En esta época toca hablar de recuperación de la piel después del verano, y de los tratamientos estéticos para el invierno, ¿no es así?
Eso parece, porque la transición del verano al otoño plantea desafíos únicos para nuestra belleza, no hay más que pensar en cosas como la piel dañada por el sol, los efectos secundarios en el cuerpo del chiringuito y las reuniones veraniegas, o el cabello en peor estado. Por eso este tipo de artículos inundan las revistas, la televisión, YouTube y todas las redes sociales. Pero me gustaría ir un paso más allá, como es habitual en ESTELA BELLEZA, y compartir cómo los cuidados estéticos post-verano se unen a la personalización de cosméticos y a un enfoque de nutrición inteligente para lograr una belleza completa y duradera.
¿Puedes explicarnos un poco más?
Claro. Nuestra gran apuesta para esta temporada es la fusión de tratamientos, cosmética y nutrición, para las personas que quieren más, desde un ángulo diferente de lo que es el concepto de personalización. Porque lo de “personalizado” ya aburre. Como tantas otras cosas, hay palabras que nos invaden, porque venden, pero llega un momento en el que pierden todo su valor. Y es una pena, porque ese “personalizado”, cuando lo es de verdad, es oro puro.
Sin embargo, esto no parece nada nuevo, va muy en línea con todo lo que ha sido la trayectoria del centro…
Sí y no. Siempre ha habido un compromiso con la personalización de los tratamientos y productos. Yo misma me abrumo al pensar en la cantidad de productos de los que disponemos, y que además conocemos como la palma de nuestra mano. Como negocio, no conviene tener tantas marcas, pero como profesional, lo necesito, porque es indispensable tener opciones para cada necesidad. Así que puedo decir que siempre hemos personalizado las prescripciones, dando a cada piel lo que necesitaba entre la enorme gama de productos de los que disponemos. Sin embargo, y siempre sumado a lo anterior, la novedad es poder crear el producto perfecto y exacto para cada piel, siempre y cuando se necesite. Permite abordar los problemas específicos de cada individuo, adaptando no sólo los ingredientes concretos que se precisen, sino además la cantidad exacta de los mismos. Es “el aquí y el ahora” de la cosmética.
¿Y qué pasa con la alimentación?
Pues que la sociedad por un lado está pidiendo a gritos ocuparse de esto, y por otro, parece que casi todo conduce a no hacer bien las cosas. La influencia en la piel de cómo comemos está más que demostrada. Y ocuparse de ello es comprar papeletas para lograr el éxito. Pero el exceso de información es abrumador, y no siempre ayuda. Y precisamente esa es la idea, prestar esa ayuda que haga avanzar, no perder tiempo y buscar cómo lograrlo. Pequeños cambios y tips que acerquen a los pacientes a sus objetivos buscados.
Otro tema que cada vez está más presente en nuestras casas son la suplementación y/o los complementos alimentarios enfocados a la belleza.
Esto tampoco es una novedad; ingerir suplementos enfocados a mejorar la calidad de nuestra piel u otros aspectos relacionados con el aspecto físico cada vez cobra más importancia en la sociedad. A veces con todo el sentido del mundo, y otras veces totalmente absurdo e innecesario. Los llamados nutricosméticos, no son medicamentos, pero tampoco son cosméticos, lo que hace complicado averiguar quién o quiénes son los profesionales más indicados para prescribirlos, lo que no quita que siempre sea necesario consultar antes de ingerirlos. No están legislados por la ley de cosméticos ni tampoco por la ley de los medicamentos, sino por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). Conocer todo esto de manera más profunda es muy necesario para quienes nos dedicamos a la belleza, pero, además, una obligación para mí como sanitaria. En el último año he podido observar cómo este tipo de productos se consumen indiscriminadamente, sin tener en cuenta aspectos tan importantes como la biodisponibilidad, que es la velocidad con la que esas sustancias llegan la circulación sistémica, y que es crucial a la hora de hacerlos eficaces.
¿Alguna conclusión para terminar?
Sí, que, en resumen, la belleza integral no se trata sólo de productos cosméticos, sino también de cuidados estéticos inteligentes y nutrición adecuada. Al fusionar los cuidados estéticos, la personalización de cosméticos, la nutrición, incluso la nutricosmética si fuera necesario, estamos dando paso a un enfoque holístico para una belleza que brilla desde dentro hacia afuera.