Diccionario de Términos Cosméticos (parte I)
Alrededor de la cosmética giran un montón de términos, y lo cierto es que se usan a todas horas, porque la belleza interesa, y mucho, en nuestra sociedad. Por eso he decidido recopilar, de forma breve definiciones para algunos de estos términos.
Índice:
Hidratantes
Las sustancias hidratantes en cosmética son ingredientes que se utilizan para proporcionar o agregar humedad directamente a la piel y mantenerla hidratada.
Es una palabra tan integrada en el vocabulario del día a día, que resulta difícil sustituirla por otra, incluso definirla. Dentro de estos ingredientes se engloban diferentes tipos, aunque lo más habitual es hablar de “hidratantes”, sin más. Pero suelen incluirse en la misma categoría los emolientes, que suavizan y humectan la piel; los humectantes, que atraen agua hacia la piel; y los oclusivos, que forman una barrera sobre la piel para evitar la pérdida de humedad.
Algunos ejemplos comunes de sustancias hidratantes incluyen glicerina, ácido hialurónico, urea, aceites vegetales, ceramidas y ácidos grasos. Estos ingredientes ayudan a mantener la piel suave, con vida y un aspecto saludable.
Humectantes
Las sustancias humectantes son ingredientes que ayudan a atraer y retener la humedad en la piel. Estos ingredientes trabajan absorbiendo el agua del ambiente o atrayendo agua desde las capas más profundas de la piel hacia la capa externa, manteniendo así la piel hidratada y suave.
Algunos ejemplos comunes de sustancias humectantes incluyen la glicerina, el ácido hialurónico, la urea, el sorbitol, el propilenglicol…
Las sustancias humectantes son un tipo de sustancias hidratantes. Ahora bien, no todas son fáciles de clasificar, y una misma sustancia puede ser a la vez humectante y emoliente a la vez, como es el caso del ácido hialurónico.
Oclusivas
Las sustancias oclusivas en cosmética muchas veces gozan de mala prensa. Quizá porque la palabra en sí misma se asocia con obstrucción, pero esto no tiene por qué ser negativo.
Realmente, son ingredientes que forman una capa sobre la piel para sellar la humedad y evitar la pérdida de agua transepidérmica.
Esta capa actúa como una barrera protectora que retiene la humedad en la piel, manteniéndola hidratada y protegida.
Algunos ejemplos comunes de sustancias oclusivas incluyen aceites minerales, petrolato, ceras naturales (como la cera de abejas) y algunos tipos de siliconas.
Estos ingredientes suelen usarse en pieles secas o deshidratadas, ya que ayudan a mantener la piel hidratada durante períodos más largos de tiempo.
Emolientes
Las sustancias emolientes ayudan a suavizar y alisar la piel al reducir la pérdida de humedad y mejorar la flexibilidad de la piel. Penetran en la capa más externa de la piel, la epidermis, para hidratar y suavizar.
Por tanto, las sustancias emolientes suavizan y humectan la piel desde dentro, mientras que las sustancias oclusivas crean una capa protectora en la superficie para evitar la pérdida de humedad.
Algunas clasificaciones comunes incluyen emolientes derivados de plantas, como aceites vegetales y mantecas, emolientes sintéticos, como siliconas y ésteres, y emolientes derivados de animales, como lanolina. La manteca de karité, por ejemplo, es uno de los ingredientes emolientes más usados en cosmética, junto con el aceite de argán o la vitamina E.
Antioxidantes
Me gusta definir las sustancias antioxidantes en la cosmética como “los buenos”, una especie de superhéroes para la piel, porque ayudan a protegerla contra los daños causados por los radicales libres. Estos últimos son moléculas inestables que pueden dañar las células de la piel a través de un proceso llamado oxidación. Por tanto, los antioxidantes son “los buenos” y los radicales libres son “los malos”, porque pueden provocar envejecimiento prematuro y otros problemas cutáneos.
Los radicales libres son los principales responsables de la oxidación en la piel. Estas moléculas se forman naturalmente en el cuerpo como parte de procesos metabólicos normales, pero también pueden ser generadas por factores externos como estrés, el tabaco, la polución, la falta de descanso, de sueño, la mala alimentación y la radiación solar, el exceso de sol… que no hacen ningún bien a nuestro organismo en general, ni tampoco la piel en particular. Cuando hay un exceso de radicales libres en la piel, pueden causar daños oxidativos que, como decía, contribuyen al envejecimiento prematuro y diferentes alteraciones de las piel. Por eso es tan importante proteger la piel con antioxidantes, para contrarrestar los efectos de los radicales libres.
En resumen, las sustancias antioxidantes en la cosmética ayudan a neutralizar estos radicales libres y proteger la piel de la oxidación, para mantenerla sana y bonita.
Ejemplos de ingredientes considerados como antioxidantes son las vitaminas C, E, la niacinamida o vitamina B3, el ácido ferúlico, el resveratrol, la coenzima Q10, el té verde, las astaxantinas…